26 de enero de 2009

Estatus

Estaba en la fila, ayudando a colocar servilletas, vasos, cubiertos... De pronto alguien tiró de mi abrigo y agarrando mi mano y jalando de ella hacia abajo dijo: "Conchy, por favor, ¿puedes venir un momentito?" Yo contesté: "Claro que sí, ¿qué quieres?". Sin soltarme la mano me arrastró hasta el fondo del comedor, donde estaba su compañero sentado, que me miraba. Ella dijo entonces señalando la boca, ahora muy abierta, del niño: "Se le mueve mucho un diente, ¿tú le puedes dar el puré como aquella vez que me lo diste a mí?".

Llevo un curso y medio de cuidadora de comedor después de mi jornada laboral. Todo por un mísero plato (bandeja metálica como la de los hospitales) de comida Vanyera. Pero ya no soy una simple cuidadora de comedor. Mi tiempo y mis esfuerzos, no han sido en vano. Me he ganado un estatus, un estatus prestigioso. Soy

"lachicaquesabedarelpuresinquesetecaigaeldientequetecuelgaporunhilito".

Ahí es nada. El terror del Ratoncito Pérez.

En el submundo de los comedores escolares he tocado techo. No sé si alguien lo entiende. Yo estoy muy feliz con mi nuevo estatus.

Por cierto, la niña que me ha subido a los altares en el arte de administrar comida machacada se llama Joana...

22 de enero de 2009

Cuando a San Google le salen cuernos

Las oposiciones, en algunos aspectos, ya no son lo que eran. Ya no hace tanta falta encerrarse en bibliotecas y rodearse de decenas de libros para encontrar una determinada información. Ahora existe San Google, que se supone que ahorra tiempo. SE SUPONE. Ayer me encontraba enfrascada en una de las pocas tareas "creativas" que mi Mantis Religiosa me consiente: la introducción y conclusión de cada tema. No es que me entusiasme tal tarea, pero muchas veces me entrego a ella, consciente de que no utilizaré jamás esas palabras en un examen oficial, para permitirme alguna licencia literaria voraz. Vamos, que me desahogo fustigando un poco al Sistema Educativo en una suerte de venganza absurda que empieza y acaba en mí. Y luego la pobre SuperAlicia tiene que dulcificar mis violentos modos (dice que el tribunal se tiene que quedar con buen sabor de boca). Pero bueno, como iba diciendo, en un momento determinado, inicié el punto de no retorno de pasar del Word a Google, con la sana intención de encontrar cierta información sobre la historia del inicio de la escolarización obligatoria. En medio de todo el torbellino por el que me arrastró Google, pasé por una página que contenía joyitas como estas:

Finalmente, dada la situación caótica reinante en el país, el 17 de julio de 1936 comienza el levantamiento contra la República. Tristemente días después del comienzo del levantamiento se cometen numerosos crímenes contra sacerdotes, religiosos y laícos, que se estiman en unos 55.000, con quemas y saqueos de Iglesias, hasta que en 1939 la República desapareció definitivamente con la victoria de las fuerzas nacionales.

Con la proclamación oficial de la victoria de las fuerzas nacionales el 1 de abril de 1939, Francisco Franco se convierte en Caudillo de España. A partir de aquí comenzaría la reconstrucción de un país en ruinas. Por lo que a nuestro interés pedagógico respecta, durante este largo periodo, se va a ir configurando una escuela confesional, con una Administración centralizada que toma en serio la realidad educativa.

Pío XI deja bien sentados en esta Encíclica los principios de la Pedagogía Católica, que se pueden sintetizar en cuatro apartados:
1.- Agentes de la educación: Son la Iglesia, la familia y el Estado.
2.- El sujeto de la educación es el hombre por entero: espíritu unido al cuerpo en unidad de naturaleza.
3.- Ambiente educativo (familiar, social, etc).
4.- Fin y forma de la educación cristiana: Formación del verdadero cristiano. Jesús Maestro y modelo de educación.


Junto a los valores cristianos, la escuela en tiempos de Franco supo inculcar los valores de la familia: respeto, piedad paternofilial, cooperación en los quehaceres familiares, disciplina, autoridad, etc. con los que podríamos llenar muchas páginas, sin olvidar el sentimiento patrio (formación del espíritu nacional), que vendría a ser una prolongación del sentimiento familiar, así como los valores cívicos (urbanidad). Lo que para entendernos eran la expresión de una persona educada , que hoy tanto echamos de menos.

No sigo, porque tendría que traer aquí el artículo entero y es muy largo. No sé si existe algo llamado "curiosidad masoquista", pero no paré hasta que no me lo leí enterito. Y claro, ya no volví a Word, comprenderán ustedes que después de esto, poesía precisamente no iba a salir de mi cabecita...

20 de enero de 2009

Golosina

Imagine que tiene cuatro años de edad y que alguien le hace la siguiente propuesta: "ahora debo marcharme y regresaré en unos veinte minutos. Si lo deseas puedes tomar una golosina pero, si esperas a que vuelva, te daré dos". Para un niño de cuatro años de edad éste es un verdadero desafío, un microcosmos de la eterna lucha entre el impulso y su represióon, entre el id y el ego, entre el deseo y el autocontrol, entre la gratificación y su demora. Y sea cual fuere la decisión que tome el niño, constituye un test que no sólo refleja su carácter sino que también permite determinar la trayectoria probable que seguirá a lo largo de su vida.
Inteligencia Emocional. Daniel Goleman.


Ya no tengo cuatro años. Pero la plaza de maestra es mi golosina. Empleé mucho más de veinte minutos en decidirlo. Fueron años de no poder reprimir el vértigo que me producía tener que luchar contra la Mantis Religiosa. Pero finalmente el ego ha resuelto el desafío. Y aquí sigo, trazando mi trayectoria.

9 de enero de 2009

¡Emerson!

Unos años antes de escribir este relato, dos colegas y yo unimos nuestras fuerzas para escribir un amplio y complicado texto de bioquímica para estudiantes de medicina. Pasamos días -literalmente hablando- ocupados con las pruebas de imprenta, y con frecuencia descubríamos pequeñas incoherencias. En un sitio teníamos escrita una fórmula química de una manera y en otro sitio de otra; aquí aparecía un guión y allá no; aquí una frase y allá otra.
Desistimos de poder lograr que todo concordara perfectamente, y uno de nosotros dijo finalmente: "Como dice Emerson, las coherencias tontas son la obsesión de las mentalidades pequeñas."
Nos apoyamos en esto con entusiástica alegría y desde entonces, siempre que el corrector de pruebas señalaba alguna pequeña incoherencia, escribíamos: "¡Emerson!" en el margen, y lo dejábamos pasar.
ESTOY EN PUERTOMARTE SIN HILDA. Prólogo de Cuando muere la noche. Isaac Asimov.

Así que, ¿quién soy yo para contradecir a Isaac Asimov y menos al tal Emerson? SuperAlicia me bautizó como su alumna "superlectorarevisoradearribaabajo" en clara alusión a mi excesivo perfeccionismo y a mi facilidad para captar incoherencias. Pero el revisar se va a acabar. Pretender elaborar un temario en el que exista coherencia entre normativas estatales, nacionales (regionales), temarios de diferentes editoriales, autores, etc. casi me lleva a la locura en mi anterior intento. Esta vez he encontrado la fórmula: ¡Emerson! Chicas, les invito a luchar conmigo. Llenemos márgenes y márgenes con este nombre. Seremos mucho más libres, y le habremos ganado una batalla a la Mantis Religiosa.

4 de enero de 2009

Cuestión de mínimos

Si me descuido, los próximos seis meses mi vida dejará de ser mía. La Mantis Religiosa se quedará con ella. Hay que asumir que esto será un poco así, que no se puede cambiar, pero no estoy dispuesta a renunciar a intentar arañar un poco de dignidad. Cuando estudiaba en León mi compañera de piso tenía por filosofía irse todos los días a la cama habiendo vivido aunque fuera un poco: "hoy no he vivido", se decía a sí misma si consideraba que no había hecho nada agradable en el día. Trabajar y estudiar no es vivir, así que tendré que buscar la manera de no olvidarme de vivir cada día (además de no olvidarme de dormir).
No me voy a una isla desierta, me voy a la isla de mi exilio, pero también tengo que elegir. Tengo que elaborar mi receta de mínimos irrenunciables para seguir sintiéndome viva.
- Carles Francino de camino al colegio y mi música de vuelta a casa.
- Un poema al día.
- El sandwich de nocilla del recreo de los lunes.
- El croissant de después de la exclusiva.
- Dos capítulos de series a la semana.
- Una película a la semana.
- Mi libro antes de dormir.
- Mi libro en los aviones.
- Pasear por la avenida de Playa Honda dos veces a la semana.
- Un café social entre semana.
- Una salida nocturna el fin de semana.
- Cocinar el fin de semana.
- Una cena especial entre semana.
- Un rato de internet al día.
- Un post a la semana.
Esta es mi tabla de salvación. A ella me agarraré con fuerza para sobrevivir a mi condena.

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