31 de marzo de 2009

No veo, no oigo, no hablo

Hoy voy a presentar una de las armas más dañinas que utiliza la Mantis Religiosa: el rumor. La envuelve, y desprende una oscuridad aletargadora que te inmoviliza e hipnotiza durante un espacio de tiempo indeterminado. Su efecto secundario es la desmotivación, y ésta conduce al abandono y la rendición.

Pero Thelma y Louise no se dan por vencidas tan fácilmente. Así que he contratado a los Tres Monos Sabios, para que nos defiendan de tan mortífero instrumento de tortura.






Kikazaru (no oye), Iwazaru (no habla) y Mizaru (no ve), serán, a partir de hoy, los encargados de que las habladurías de la Mantis no interrumpan el sueño que perseguimos. Nuestra querida Jhemanjha ya tiene compañía.

21 de marzo de 2009

Avioncitos de papel

Ayer pasé un maravilloso rato escuchando a un cuenta cuentos mediterráneo (Félix Albo), no se lo pierdan si tienen la oportunidad de pillarlo. Una de sus historias era una versión libre de un precioso cuento de Jairo Anibal Niño que le dejo por aquí a la Mantis, a ver si logro humanizarla un poco...

Cuando yo era pequeño, conocí a una niña con unos grandes ojos negros. Íbamos juntos a clase y ella siempre me miraba, pero yo nunca le decía nada porque era muy tímido.

Un día, cuando volví del recreo, ella había dejado un avioncito de papel encima de mi pupitre. Yo la miré, ella ya me miraba y sonrió, pero no le dije nada porque era muy tímido.

Pero el segundo día había dejado dos avioncitos de papel. La volví a mirar, me volvió a sonreir, pero nada, seguí sin poder decirle nada.

¿Al tercer día? Al tercer día el pupitre estaba lleno de aviones de papel.

¿La clase? La clase estaba llena de aviones de papel.

¿El colegio? El colegio lleno de aviones de papel.

Entonces no tuve más remedio que buscarla, y la busqué y cuando la encontré le dije:

"¿Por qué? ¿Por qué me regalas tantos aviones de papel?"

Y ella me contestó:

"Porque tú, Tú eres mi cielo".

9 de marzo de 2009

El último mono

La enseñanza es la joya de la corona, la educación lo es todo. No necesitamos cambios pequeños, necesitamos cambios monumentales, las escuelas deberían ser palacios, la competencia entre los profesores debería ser feroz, deberían ganar salarios de seis cifras, las escuelas deberían ser carísimas para el gobierno y gratuitas para todos, igual que la defensa nacional. Esa es mi postura.
Sam Seaborn (Rob Lowe) en El Ala Oeste de la Casa Blanca.



Igualito que nuestra Consejera. Mañana parece ser que va a salir la Oferta de Empleo Público con las plazas distribuidas por especialidades. Me temo que serán pocas. Pero ya sabemos, para este desgobierno, la educación sólo es el último mono.

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