Hoy voy a presentar una de las armas más dañinas que utiliza la Mantis Religiosa: el rumor. La envuelve, y desprende una oscuridad aletargadora que te inmoviliza e hipnotiza durante un espacio de tiempo indeterminado. Su efecto secundario es la desmotivación, y ésta conduce al abandono y la rendición.
Pero Thelma y Louise no se dan por vencidas tan fácilmente. Así que he contratado a los Tres Monos Sabios, para que nos defiendan de tan mortífero instrumento de tortura.
Kikazaru (no oye), Iwazaru (no habla) y Mizaru (no ve), serán, a partir de hoy, los encargados de que las habladurías de la Mantis no interrumpan el sueño que perseguimos. Nuestra querida Jhemanjha ya tiene compañía.