27 de diciembre de 2008

Jhemanjha

El otro día SuperAlicia, Louis, Madrina, John Wayne (y espero que no se enfade por ponerle nombre de hombre) y yo tuvimos cónclave de Mantis Religiosa. En principio se trataba de un desayuno informal, pero ocurrió algo importante. Una nunca sabe de qué es capaz hasta que las circunstancias te ponen a prueba. Y yo, por una plaza de maestra, he descubierto que soy capaz de llevar de compañera inseparable a todas partes una postal religiosa de la Diosa del Mar que me va a ayudar a sacar mi plaza. Sí, en el cónclave SuperAlicia y Madrina decidieron que en su campaña bienal de "apadrina un opositor" esta edición nosotras éramos las elegidas. Y fuimos agasajadas con la sagrada postalita, que al parecer tiene el poder, hasta ahora invicto, de conceder una plaza a quien le reza hasta la extenuación. Y como mi desesperación es importante, en ello estoy. La responsabilidad es grande, y la esperanza lo último que se pierde.

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